Expedición en aguas internacionales registra casi 300 especies en montes submarinos

Por: Anna Nador - VCT El Mercurio

Investigadores locales y extranjeros pudieron observar diversos tipos de corales, esponjas y estrellas de mar, entre otros. Esperan que se pueda conservar esta zona de alto endemismo.

Jardines de corales, esponjas, crustáceos y estrellas de mar son algunas de las especies que un equipo multidisciplinario de 11 científicos, nacionales e internacionales, pudieron observar en los montes de la cordillera submarina de Nazca, en aguas internacionales, a 1.400 km de las costas chilenas, a la altura de Antofagasta y Caldera.

Los investigadores zarparon el 13 de julio y llegaron a puerto ayer. Se trata de la tercera expedición este año a bordo del buque científico "Falkor (too)", del Schmidt Ocean Institute (EE.UU.), que ha explorado las cordilleras submarinas de Nazca y Salas y Gómez, entre otras.

Estas formaciones en su conjunto tienen cerca de 3.000 km de largo y se extienden desde la costa de Chile hasta Rapa Nui. Con más de 110 montes submarinos, son el hábitat de diversas especies, de las cuales, al menos, 95 están amenazadas o en peligro.

Ayer, ante autoridades locales, el científico Javier Sellanes presentó los hallazgos de este último viaje, a bordo del barco que se luce por su tecnología: un laboratorio principal de 105 m² y un robot submarino que puede sumergirse hasta 4.500 metros de profundidad, entre otras innovaciones.

Actividad humana

Sellanes, investigador del Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (Esmoi), de la U. Católica del Norte, quien encabezó la expedición, parte por "lo malo": "Estos montes están en aguas internacionales. No hay ninguna figura de protección, más allá de estas convenciones internacionales, que regulan la actividad pesquera que se hace y eso se cumple con distintos niveles de rigurosidad".

"Vimos evidencia de actividad humana en estos montes, es decir, algo de basura en el fondo marino, como restos de trampas y líneas de pesca. Eso quiere decir que estos montes son visitados frecuentemente para algunos tipos de faenas pesqueras", lamenta.

Juan Santibáñez, jefe de la División de Desarrollo Pesquero de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, dice que este tipo de investigación "es clave para poder establecer la normativa o las medidas de manejo pesquero que necesitemos para garantizar una actividad sostenible en el tiempo".

A pesar de los vestigios de actividad humana, Sellanes celebra que "en general, los ambientes son muy prístinos, todavía con muy poca intervención. Y en algunos de los montes hay unos jardines de corales de aguas profundas, a más o menos 1.500 metros de profundidad, maravillosos, con corales de dos o tres metros de alto".

"Que un coral a esa profundidad llegue a esa altura quiere decir que son colonias que tienen miles de años probablemente. También vimos esponjas de un tamaño gigante. Estas son especies clave en los ecosistemas, son formadoras de hábitat. Entonces, asociados a todos los corales uno ve crustáceos, estrellas de mar, erizos y moluscos", agrega.

Asimismo, al igual que en las dos previas expediciones, encontraron potenciales nuevas especies para la ciencia. "Este es el tercer crucero que tenemos en estos montes submarinos y en cada uno encontramos nuevos registros; es decir, especies que nunca antes se habían reportado para la zona, muchas que potencialmente pueden ser incluso nuevas para la ciencia", dice. Pero esto se tendrá que confirmar.

En total se registraron unas 250 a 300 especies distintas. "No necesariamente quiere decir que sean nuevas. Algunas corresponden a especies que ya conocíamos; otras que son nuevos registros para la zona y otras que potencialmente pueden ser nuevas para la ciencia", precisa.

También destaca el alto nivel de especies únicas en esta área. "Los niveles de endemismo que hay son del orden del 40% a 50% en algunos grupos. Es decir, casi la mitad de las especies que están ahí son exclusivas de esta zona. Entonces, ahí radica también la importancia de preservar esto, porque si se pierde una especie aquí, se pierde para siempre", advierte Sellanes.

Chaunax latipunctatus

Chaunacops cf. coloratus

"Lo más importante es que con esta información completamos el puzle. Ahora en el laboratorio, nosotros vamos a poder saber qué tan conectadas están las cordilleras de Nazca con las de Salas y Gómez, y el dorsal de Juan Fernández; si las especies tienen amplio rango o no de distribución, dónde estarían los mayores niveles de endemismo y qué condiciones ambientales están modelando la distribución de estos animales", apunta María de los Ángeles Gallardo, investigadora de Esmoi y miembro de la expedición.

En tanto, Carlos Gaymer, director de Esmoi, añade: "La investigación desarrollada es clave para generar las bases científicas para lograr la protección de este hotspot de biodiversidad de importancia mundial, a través de la propuesta de creación de la primera área marina protegida de gran extensión en altamar, en el marco del tratado BBNJ recientemente ratificado por Chile y otros países".

"Es muy importante que esta ciencia sea aplicada a la conservación. Y nosotros, como Oceana, estamos trabajando en una coalición con otras ONG y centros científicos, en apoyo al Gobierno de Chile para la protección de esta cordillera submarina de Salas y Gómez y Nazca, en la altamar", dice Felipe Paredes, director de Áreas Marinas Protegidas de Oceana en Chile.

Idea con la que coincide el senador por Valparaíso Ricardo Lagos Weber: "Esto es importante por muchas razones: porque nos permite conocer la biodiversidad que existe en nuestro océano, de la cual conocemos muy poco; esa biodiversidad es importante porque nos permite tal vez pensar en cómo prolongar y mejorar nuestra calidad de vida. Proteger nuestro océano, que al final es vida".

Maritza Castro (ESMOI-UCN) procesando muestra de coral.

Matías Portflitt (ESMOI-UCN) procesando una muestra de gastrópodo.